Un grupo de nadadores estuvieron en el agua con el animal sin darse cuenta hasta que lo descubrieron. "Pensábamos que era un juguete de goma", han dicho.
El cocodrilo, que mide 40 centímetros, es un bebé que pudo haber sido lanzado a la piscina por algunos bromistas. El animal está en buenas condiciones y se encuentra ya en un centro de animales.
Suerte que no era muy grande, porque si no, habría dado un buen susto a más de un nadador.