Las prostitutas de Bonn, al oeste de Alemania, deben pagar un impuesto diario nocturno para ejercer su labor. La tarifa la deben abonar en una especie de parquímetros y será de seis euros para las horas comprendidas entre las 20.15 y hasta las 06.00.
A cambio del pago, tendrán un justificante que deberán mostrar a los agentes que velarán porque se cumpla la nueva norma. En el caso de que una "trabajadora del sexo" no pueda mostrar el resguardo que expende la máquina a los controladores municipales se le podrá imponer una multa de hasta 100 euros.
La ciudad de Bonn pretende así recaudar de prostitutas que ejercen su trabajo en la calle los mismos impuestos que ya abonan las profesionales del sector asentadas en burdeles controlados y legalizados, informó un portavoz municipal. La iniciativa pionera en Alemania se basa en el llamada "ley del impuesto sexual" del ayuntamiento de Bonn que entró en vigor este año y que se espera proporcione a las arcas municipales unos ingresos suplementarios de 300.000 euros anuales.
Los controladores municipales se encargarán de verificar que las prostitutas callejeras adquieren su ticket en el expendedor automático antes de comenzar a ofrecer sus servicios y podrán sancionarlas en el caso de no presentar el oportuno resguardo. El hasta ahora único autómata para el pago del impuesto a la prestación de servicios sexuales ha sido situado en la Immenburgstrasse, junto a un sexshop y un recinto con aparcamiento público y seis cabinas de madera que podrán ser ocupadas por las prostitutas.