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El hombre que ilusionó a Rosario Porto dentro de prisión: "Era delgadito, alto y muy simpático"
La madre de la menor asesinada confesó a los investigadores que tenía un amante, Manuel, un hombre casado al que conoció durante un viaje de negocios. Tan solo un día antes del crimen, la abogada pasó el día con él a pesar del trato que había hecho con Alfonso Basterra, su exmarido y padre de la menor.
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Hasta sus últimos días los amores marcaron la vida de Rosario Porto, acusada de la muerte de su hija Asunta junto a su exmarido Alfonso Basterra. En prisión conoció a quien fue su último amor, tal y como contó su compañera de prisión en exclusiva.
En Y ahora Sonsoles, hemos hablado con una compañera de prisión y amiga que ha asegurado que la madre de Asunta se fijó en un hombre alto, delgado, de nacionalidad española. Se encontraba con él en la zona central de la prisión y en la biblioteca, donde trabajaba.
"Era muy simpático, yo también lo conocía", ha asegurado.
Pero si hay alguien que supuso un antes y un después en la vida de Rosario fue Manuel, su amante, un empresario que tenía en ese momento 52 años. Era casado y tenía un hijo recién nacido. Él acabó convirtiéndose en la obsesión de la madre de Asunta.
Se conocieron en un viaje profesional a Marruecos y a raíz de ahí comenzaron sus encuentros sexuales. El último tan solo un día antes de la muerte de Asunta.
Rosario cambió por completo su forma de ser y también su vida, pues rompió su matrimonio con Alfonso Basterra 7 meses antes del asesinato. Él se puso agresivo e incluso estando ingresada en el hospital, Basterra llegó a pedirle que renunciara a su romance a cambio de cuidarla.
Pero la ilusión de Rosario era tal que llegó incluso a confesarlo a los investigadores estando ya detenida, algo que nos contó Begoña Rodríguez, la agente de la Guardia Civil que la detuvo.
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Lo convirtió así en una nueva incógnita del caso.
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