Hablamos con ella
Graciela ha perdido 21.000 euros después de que su padre haya caído en la estafa del 'hijo en apuros'
Su padre realizó 7 transferencias en apenas 24 horas y la víctima perdió 21.000 euros pues a su padre le llegó un mensaje de que ese era su nuevo móvil y que necesitaba dinero. Se dieron muchas casualidades, ha confesado ella misma, que provocaron que no se dieran cuenta de que estaba siendo víctima de una estafa.
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Graciela y su padre han sido víctimas de la estafa del 'hijo en apuros' y les han quitado más de 21.000 euros en tan solo 24 horas. Él llegó a hacerle hasta siete transferencias creyendo que su hija los necesitaba de urgencia, una situación similar a la que vivió Ingrid, con quien hablamos en 'Y ahora Sonsoles'.
El padre de Graciela tiene más de 70 años y recibió un mensaje desde un número desconocido que le decía que era su hija y que su teléfono estaba roto. Pronto los estafadores empezaron a pedir dinero.
Primero 2.000 euros que su padre, creyendo que es su hija, le hace todas las transferencias que le van reclamando.
"Llevo una lucha continua para que haya más conciencia"
En ese momento, Graciela estaba inmersa en la compra de una vivienda y tenía una cuenta de ahorros en la que su padre era cotitular. Ese es el motivo por el que las transferencias salían de su propia cuenta bancaria.
Por tanto, los estafadores estaban engañando a su padre y el dinero estaba saliendo de su cuenta. Ellos cada vez pedían más pues, al ver que les estaban pagando, siguieron solicitando dinero.
En total, el padre de Graciela llegó a hacer 7 transferencias que superaron los 21.000 euros. Y es que un mensaje de la aplicación del banco le informó de que había superado el límite de transferencias diarias, y fue cuando pudo contactar con su verdadera hija y se dio cuenta de que había sido estafado, como figura en la denuncia.
Hemos hablado con Graciela, que cree que hay poca conciencia social sobre este asunto. "Llevo una lucha continua para recuperar mi dinero y para que haya más conciencia", ha asegurado, pues considera que hay mucha gente vulnerable y no sabe que está siendo víctima de una estafa.
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La víctima, por otra parte, no se rinde a pesar de que la policía no le da muchas esperanzas. Por ese motivo ha iniciado una lucha contra la entidad bancaria pues considera que han actuado de manera negligente y podían haber parado algunas de las transferencias.
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