Más de 200 personas han muerto ya en Europa por la ola de frío, que se inició el pasado viernes en Ucrania y Polonia y que se deja sentir, sin tanta virulencia, en varios países de la ribera mediterránea.
En Ucrania, la ola de frío polar ha provocado hasta ahora 101 muertos, según el Ministerio de Emergencia ucraniano, 38 de ellos en las últimas veinticuatro horas. Las regiones más afectadas son las de la parte occidental de Ucrania, junto a la frontera con Polonia, donde los termómetros mostraban esta madrugada mínimas de 29 grados bajo cero.
El primer ministro ucraniano, Nikolái Azárov, explicó que las rigurosas heladas han obligado al país a incrementar su consumo de gas natural y electricidad.
"En sólo tres días hemos quemado 1.000 millones de metros cúbicos (de gas)", dijo Azárov, y precisó que este miércoles el país consumió cerca de 31 megavatios hora de energía eléctrica.
Desde que el viernes pasado comenzó la ola de frío, en Polonia han muerto ya 37 personas, después de que en esta última noche se contabilizaran ocho nuevos fallecimientos.
De nuevo la mayoría de las víctimas fueron personas sin hogar, en muchos casos con problemas de alcoholismo, según informó hoy el Ministerio del Interior. Se espera que las temperaturas suban ligeramente a partir de mañana, aunque esta madrugada el mercurio marcó -35 grados en la comarca de Byalostok (este del país), -34 grados en algunas zonas de Bieszczady (sureste) o 24 grados bajo cero en Varsovia.