La policía británica culpa a Twitter de facilitar la propagación de la violencia en Londres mediante mensajes de 140 caracteres que incitaban a los jóvenes a unirse a los disturbios, mientras varios medios apuntaron a los teléfonos con servicios de mensajería instantánea y gratuita como primera herramienta de coordinación entre los alborotadores.
La atención se ha centrado en los sistemas de envío de mensajes gratuítos a través de dispositivos móviles como BlackBerry, muy popular entre los jóvenes del Reino Unido, y que facilita la rápida difusión de la información con un funcionamiento similar al de las redes sociales.
De hecho, el joven que murió a manos de la policía, Mike Duggan, mandó un último mensaje a sus amigos a través de este sistema de mensajería en el que aseguraba: "los federales me están siguiendo".
Al contrario que en Twitter o Facebook, los mensajes enviados a través de esa aplicación están codificados y resulta más difícil a la policía rastrear, según dicen, al autor original de los textos que circulan llamando a la violencia en las calles de la ciudad.
Por este motivo, la compañía Research in Motion (RIM), fabricante de BlackBerry, ha hecho público un mensaje a través de su cuenta de Twitter en el Reino Unido en el que asegura que está en contacto continuo con las autoridades para prestar la "asistencia" que sea necesaria en este sentido.