Barrios convertidos en cenizas. Es el rastro del voraz incendio que azota Colorado. Imágenes desde el espacio muestran la gigantesca columna de humo. Para comprobar en persona la magnitud del desastre, el presidente de EEUU ha visitado Colorado Springs, la segunda ciudad más grande del estado. El mandatario ha agracecido el trabajo a bomberos, autoridades y voluntarios.
"Espero que la gente de todo el país reconoza que cuando retos como éste suceden, todos juntos nos convertímos en una familia americana."
El devastador incendio se ha cobrado la vida de al menos una persona y ha forzado la evacuación de 35.000 . Obama ha ordenado una entrega de fondos federales para combatir la consecuencias del fuego.
Los bomberos rastrean lo que queda de las casas en busca de desaparecidos y trabajan sin descanso contra las llamas.
"El esfuerzo que estos chicos están empleando y el peligro en el que ellos mismos se están poniendo es una muestra de lo que es capaz nuestro Servicio Forestal, nuestros bomberos. Lo único que nosotros podemos hacer es equiparles lo mejor posible, con todos los recursos que necesiten. Lo único que no podemos proporcionarles es su coraje"
Los vientos cambiantes y las altas temperaturas dificultan el trabajo. 347 han sido destruídas y otras 20.000 están amenazadas por las llamas. Las autoridades intentan averiguar las causas del incendio, pero las condiciones sobre el terreno son tan peligrosas que no han podido iniciar la investigación.