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MATÓ A 76 PERSONAS EN OLSO Y UTOYA

El autor de la matanza de Noruega dice que actuó con el apoyo de "otras dos células"

El presunto autor de los atentados de Noruega, Anders Behring Breivik, ha comparecido en el juzgado de distrito de Oslo por la matanza de 76 personas del pasado viernes. El juez ha decretado su prisión provisional.

El presunto autor de los atentados perpetrados en Noruega el pasado 22 de julio, Anders Behring Breivik, ha abandonado el tribunal de distrito de Oslo en un convoy de la Policía una vez concluida su primera comparecencia ante la Justicia, según informaron fuentes policiales. La sesión se ha celebrado a puerta cerrada y, por tanto, no ha contado con la presencia de medios de comunicación ni de público.

Breivik, ha confesado la bomba de Oslo y el tiroteo de Utoya y los ha justificado por la necesidad de "salvar a Europa del Islam", según anunció el juez al término de la primera vista.

Asimismo, el juez ha asegurado que Breivik actuó con el apoyo de "otras dos células organizadas" y ha ordenado su detención por un periodo de ocho semanas en régimen de aislamiento, sin acceso a noticias, a correspondencia ni a visitas.

En su declaración, según el juez, Breivik afirmó que su objetivo era enviar una "fuerte señal al pueblo" e impedir "futuros reclutamientos" para el gubernamental Partido Laborista, al que acusó de haber "traicionado al país" y de haber "importado musulmanes de forma masiva".

Extractos de la declaración del juez, al término de la comparecencia del sospechoso: 

"La audiencia estima que el acusado es sospechoso de haber cometido un delito que comportará una pena de mas de seis meses de cárcel. Para ello se remite al hecho de que el acusado ha declarado ante la policía y en la comparecencia de hoy que activó la bomba del distrito gubernamental y que es responsable del tiroteo de Utøya. La confesión del acusado está respaldada por pruebas". 

"A pesar de que el acusado admite de facto las acusaciones, se ha declarado no culpable. Considera que debía actuar para salvar a Noruega y Europa occidental, entre otras cosas, de la cultura marxista". 

"El acusado quería infligir el máximo daño posible al Partido Laboral (...) Ha declarado que el Partido Laboral ha debilitado al país y al pueblo y que debe pagar el precio de su traición. El objetivo de su operación no era matar tantas personas como fuera posible, sino enviar una señal inequívoca." 

"A tenor de esa declaración y de las pruebas recabadas, esta Audiencia considera suficientemente probado que el acusado actuó con el propósito de sembrar el terror (...) La Audiencia estima que se cumplen las condiciones necesarias para dictar su ingreso en prisión preventiva, por existir el peligro de que el acusado destruya pruebas, en caso de salir en libertad. El acusado ha explicado que hay dos células más en su organización". 

"Se atiende así a la petición de ocho semanas de prisión preventiva". "Anders Behring Breivik permanecerá en prisión preventiva hasta que las autoridades o la Audiencia dictamine lo contrario, como máximo hasta el 26 de septiembre de 2011. Se le prohíbe hasta el 22 de agosto de 2011 cualquier comunicación por carta, recibir visitar o comunicarse con los medios y quedará en régimen de total aislamiento."

Utilizó balas especiales prohibidas en las guerras
El autor confeso de los atentados de Oslo, Anders Behring Breivik, usó un tipo de munición especial, prohibida en las guerras, para causar la mayor matanza posible en su ataque al campamento juvenil, según un médico que ha atendido a las víctimas.

En una entrevista en la edición digital del rotativo local "VG", el cirujano jefe del hospital Ringerike, Colin Poole, que ha tratado a 16 heridos en el tiroteo de la isla de Utøya, asegura que el agresor empleó las denominadas balas expansivas o "dum-dum", que tienen los extremos (la punta y el culote) huecos para que el núcleo se fragmente en el impacto.

"Esas balas más o menos explotaban dentro del cuerpo de las víctimas. Las heridas internas que tenían eran absolutamente terribles", explicó Poole. "Los fragmentos son tan pequeños. Nunca había visto algo así", explicó Poole, a pesar de sus 26 años de experiencia. Agregó que las balas expansivas han causado graves daños a los heridos en el tiroteo, en su mayoría jóvenes y adolescentes, y creado incontables quebraderos de cabeza a su equipo de cirujanos. "Nos ha causado todo tipo de problemas adicionales por el tipo de daño que causan estas balas especiales. El efecto que causan dentro del cuerpo es similar al de miles de agujas y alfileres", indicó el cirujano jefe.

Poole añadió que este tipo de munición es muy difícil de adquirir legalmente en Noruega, por lo que se preguntó cómo Breivik pudo conseguirla. Las controvertidas balas expansivas, cuyo uso está prohibido en las guerras desde 1899, se emplea en ocasiones muy concretas, como en la caza mayor, debido al tipo de daños que causan. Además, su uso se ha permitido o elegido en ocasiones muy concretas en los últimos años en el marco de operaciones antiterroristas, tanto para abatir suicidas como para disparar sobre secuestradores dentro de un avión sin dañar el fuselaje.

El pasado viernes, Behring Breivik mató al menos a 76 personas, según el último recuento oficial, en dos atentados coordinados que lanzó en Oslo y, dos horas después, en el campamento de las juventudes socialdemócratas de la isla de Utoya, a unos 40 kilómetros de la capital noruega. En el primer emplazamiento un potente coche bomba mató a al menos ocho personas, hirió gravemente a una docena y destrozó cuatro edificios, mientras que en la isla murieron tiroteadas al menos 68 personas, en su mayoría jóvenes y adolescentes. El primer ministro noruego, Jens Stoltenberg, calificó el doble atentado como la "mayor tragedia nacional desde la Segunda Guerra Mundial" para el país escandinavo.

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