El primer ministro británico, David Cameron, ha comparecido con motivo de los disturbios que están teniendo lugar en Londres desde el sábado y que ya se han extendido por otras ciudades británicas.
Cameron, que ha interrumpido sus vacaciones para solventar lo que ya se ha convertido en una crisis nacional, califica los acontecimientos de "escalofriantes" y ha asegurado, tras reunirse con su gabinete, que harán "todo lo posible para restaurar el orden".
Para conseguirlo, ha anunciado que esta noche se desplegarán 16.000 agentes de Policía en la capital británica para intentar impedir que se produzcan nuevos incidentes como los vividos la pasada madrugada en Londres y en otras ciudades del país. Cameron ha dicho que la Policía desplegó la pasada noche 6.000 agentes para contener los disturbios y ha reconocido que es necesario enviar muchos más para acabar con los incidentes.
También ha asegurado que los responsables de los disturbios están destrozando su propio "modo de vida" y ha anunciado que el Parlamento se reunirá el jueves para realizar una declaración sobre los disturbios y saqueos. "Hay un trabajo importante que hacer", ha concluido. "Si eres adulto para cometer estos crímenes, también lo eres para asumir sus consecuencias jurídicas", dice Cameron.