El fabricante del coche volador asegura que entregará las primeras unidades a finales del año que viene. Para ponerse al volante hace falta algo más que el carné de conducir coches sin alas.
La concesión de la licencia ha sido tan especial para sus creadores como el primer día, en el que consiguió levantar el vuelo. Un coche que por su apariencia puede sorprender a sus vecinos, pero mucho más si lo ven transformarse.
Lo hace en tan sólo treinta segundos y cabe perfectamente en el garaje de casa. Un vehículo que soñaría conducir y pilotar James Bond, el agente 007. En Estados Unidos, los canales de televisión se han hecho eco de los avances de este coche volador.
Tiene capacidad para dos pasajeros y, en vuelo, puede alcanzar una velocidad máxima de 185 kilómetros por hora. Para llevar este vehículo, es necesario el carnet de conducir y de piloto. No le servirá para evitar los atascos. Para usarlo como avioneta, hay que despegar desde un aeródromo.
La licencia para circular por carretera es un paso más. Ahora, tienen que autorizarle el permiso de vuelo. Una vez conseguido, ya se podrá comercializar por unos doscientos mil dólares. La compañía tiene previsto entregar las primeras unidades a finales del próximo año. En su página web, ya se puede reservar si se deja un depósito de diez mil dólares.