Así es la App que evita muertes en Ucrania por los bombardeos en plena guerra

La ciudad de Kiev teme nuevos bombardeos sobre civiles. Susanna Griso ha tenido la oportunidad de acompañar a Oleg, ciudadano ucraniano residente en Kiev, quien le ha explicado cómo utiliza una app para anticiparse a los misiles que el ejército de Putin lanza sobre la población. Un instrumento que se ha hecho popular para continuar sobreviviendo al asedio de Rusia.

Kiev Digital, del pago de multas a salvar vidas

Los habitantes de la capital de Ucrania disponen de una app que les puede salvar la vida. Se trata de Kiev Digital, una aplicación móvil que originariamente servía a los ciudadanos, entre otras cosas, para pagar multas de estacionamiento o recibir una notificación sobre la interrupción de una línea de metro. Pero ahora se ha transformado en una herramienta imprescindible para la vida cotidiana.

Ahora, quienes disponen de esta app en sus smartphones, reciben alertas ante posibles amenazas de impacto en su ciudad. Con un sistema sencillo por colores, la alerta pasa a verde cuando la amenaza desaparece. Además, en un mapa señala los refugios antibombas más cercanos, para que los ciudadanos puedan protegerse lo más rápido posible.

La anticipación de las bombas

Oleg, residente en Kiev, cuenta a Susanna Griso cómo esta herramienta alerta de los posibles bombardeos en la capital. Y la clave es que avisa no solo de la zona de riesgo, sino del momento en el que impactarán los misiles. “Se trata de misiles cuya velocidad conocemos, y por eso podemos conocer cuándo caerán”, señala Oleg.

El sistema se refuerza con un canal de Telegram, donde se ofrece información más detallada del lugar desde de lanzamiento del misil hacia dónde se dirige. A pesar de esta gran ventaja con la que cuentan los ciudadanos, hay casos en los que es prácticamente imposible evitar los daños. Oleg reconoce que los mecanismos de defensa antiaérea funcionan bien “gracias a los aliados”, pero esos sistemas derriban misiles dirigidos hacia territorio ucraniano y “los escombros de esos impactos caen en la calle”, advierte Oleg. “Es como una lotería”, se lamenta.