Un antidisturbios denuncia a una independentista que le besó durante una manifestación: "Mi reacción, además de asco, fue de contención"

En plena polémica por el caso Rubiales, surge otra denuncia por un beso "no consentido". El que habría recibido un policía de una manifestante independentista durante el referéndum ilegal del 1-O. El denunciante es uno de los 45 agentes de la Policía Nacional imputados por las cargas en los colegios electorales durante el referéndum independentista del 1 de octubre de 2017.

La denuncia la ha presentado el agente de los antidisturbios esta semana. Y en ella relata que una persona desconocida de unos 60 años le dio un beso en la boca de manera "sorprendente, repentina y no consentida". Añade que la mujer buscaba el "ánimo libidinoso" en una situación de "violencia generalizada". Y pide que se la identifique.

"Una persona desconocida de manera sorpresiva, inopinada, repentina y no consentida me da un beso en la boca"

La versión del policía

"Nosotros también tenemos derecho a decidir quién y cuándo nos besan”

La denuncia del agente llega 6 años después de los hechos y cuando la actualidad está marcada por el beso no consentido de Rubiales a Jenni Hermoso. Pero Jacobo Rodríguez, portavoz del Sindicato Unificado de Policía, asegura que no tiene nada que ver: “Resulta sorpresivo que el tratamiento esté enfocado en el por qué se dedica a denunciar 5 años después, es una forma de victimización secundaria”.

El portavoz de este sindicato que representa al agente nos explica que el agente ha denunciado los hechos esta semana porque el vídeo no se había encontrado hasta ahora: “Llevamos un calvario judicial de 6 años, se han analizado múltiples vídeos para aportar al juez y que los compañeros salgan libres de todos los cargos. De ese análisis encontramos el video de la agresión que el agente ya nos había relatado. Pero él no quería denunciar sin un soporte gráfico”.

Jacobo Rodríguez es contundente con el apoyo a su compañero: “Le debemos un trato jurídico igual que a otra víctima contra la libertad sexual. Nosotros también tenemos derecho a decidir quién y cuándo nos besan”.

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