La muerte de Elena Sanz, asesinada este miércoles a las puertas de la Administración de Lotería en la que trabajaba en Móstoles, ha causado una gran conmoción en la localidad porque era muy conocida al ser socia de una de las peñas más antiguas y porque el Ayuntamiento le compraba lotería de Navidad. Elena, de 34 años, ha sido abordada por un hombre sobre las 13.30 horas cuando se disponía a cerrar la Administración de Lotería número 4 de Móstoles, situada en la calle Juan XXIII.
La principal hipótesis con la que trabaja la Policía es que se trata de un robo ante el que la víctima se habría resistido, por lo que el agresor le ha acabado asestando varias puñaladas en el tórax y el cuello, una de las cuales le ha afectado al pulmón con una herida "mortal de necesidad".
Elena era muy conocida en la ciudad al ser socia de la Peña Barbacana, una de las más importantes de Móstoles que cumplirá treinta años el próximo mes de mayo, según ha recordado el alcalde, Esteban Parro, quien ha destacado que la joven participaba en muchas actividades sociales. Además, por su trabajo conocía a muchos vecinos y de hecho el Ayuntamiento compraba la lotería de Navidad en su establecimiento.
Una de las vecinas del barrio, Sandra, ha explicado a los periodistas que Elena "es la de la lotería de toda la vida, muy maja, muy conocida y muy simpática". Tras la agresión, la víctima se ha desplomado en la acera a menos de diez metros del establecimiento, frente a una agencia de viajes y una cafetería.
La primera persona que la ha atendido ha sido una enfermera que pasaba por la zona y que ha practicado las primeras maniobras de reanimación básica, que han sido continuadas por efectivos de Cruz Roja y posteriormente por facultativos del Summa 112. Un portavoz de Emergencias Comunidad de Madrid 112 ha precisado que a la llegada del personal sanitario la mujer se encontraba inconsciente, en parada cardiorrespiratoria, y que las maniobras de reanimación que se le han practicado durante media hora no han surtido efecto.
El cadáver ha permanecido en la acera, cubierto por una tienda de campaña del 112, hasta las 16.15 horas, cuando el juez ha ordenado su levantamiento. El asesinato de Elena ha congregado en el lugar a numerosos familiares y amigos de la víctima, que han tenido que ser atendidos por psicólogos del Ayuntamiento y de Cruz Roja, así como a vecinos y curiosos.
Uno de ellos ha explicado que, tras desplomarse, la mujer ha sido atendida por los clientes de la cafetería cercana, que "han sacado trapos para taponarle las heridas" hasta que han llegado los sanitarios. El cuerpo de la fallecida ha sido trasladado al Tanatorio de Móstoles, donde se le practicará la autopsia.
Con la muerte de Elena Sanz Galindo son ya trece los homicidios perpetrados en la región en lo que va de año, de los cuales cinco han sido en la capital y tres en Parla. El último homicidio ocurrido en Móstoles tuvo lugar el 6 de noviembre de 2009, cuando un hombre mató a su hermano durante una discusión por dinero.