Una víctima de intento de agresión sexual: "Se fue como si nada mirándome y sonriendo"

La sumisión química es la droga de las violaciones. Es un tipo de sustancia con efectos psicoactivos, que logra modificar el estado de consciencia y anula la voluntad.

Más de 105.000 firmas se han entregado en el Ministerio de Justicia para reclamar un protocolo unificado para médicos, jueces, para atender estos casos con sumisión química.

Aloe Mateu cuenta su historia

En el año 2021, el número de violaciones aumentó en España en un 30,6%. Es el caso de AloeMateu, que sufrió un intento de violación. Ella se encontraba paseando en la calle mientras accedía al portal de su casa. Allí, un hombre intentó agredirla.

Al entrar en el portal, no escuchó que la puerta se cerrara, por lo que se dio la vuelta. Al momento vio a un hombre que le resultaba familiar. "Decidí seguir subiendo porque el hombre me resultaba familiar", explica.

Sin embargo, el hombre comenzó a hablarla. "Me hablaba, pero no entendía qué me decía hasta que lo escuché muy cerca y le pregunté qué quería", explica. Mateu cuenta que la reacción del hombre fue "empujarla contra la pared".

"Del golpe que me dio me caí al suelo", recuerda. Seguidamente, el hombre se bajó los pantalones y se abalanzó sobre la joven. "Empecé a gritar papa porque mi padre estaba arriba y tenía la esperanza de que me escuchase", cuenta.

Aloe Mateu estuvo forcejeando con aquel hombre, hasta que le sacó un objeto punzante. En aquel momento la joven comenzó a gritar más fuerte y "desesperada".

Al final no lo consiguió y se abrió la puerta de su casa, donde salió su hermana. El hombre se fue "como si nada". Tras ello, fue detenido al momento.

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