Este sábado, Obama y su mujer, Michelle Obama, junto con el vicepresidente, Joe Biden, algunos miembros de su gabinete y algunos familiares han iniciado el fin de semana de celebraciones participando en el 'Día Nacional de Servicio' donde han desempeñado labores de voluntariado.
Con este acto pretenden animar a los estadounidenses a participar en proyectos de voluntariado por todo el país. Mañana, tras una ofrenda floral en el cementerio nacional de Arlington, el presidente jurará su cargo de forma oficial en la Casa Blanca.
Se tratará de una ceremonia privada, salvo por la presencia de algunos medios de comunicación y de varios miembros de la familia. Obama repetirá el juramento de forma pública el lunes, delante del Capitolio. En ambas ocasiones, Obama jurará el cargo ante el presidente del Tribunal Supremo, John Roberts.
Se espera que el lunes unas 800.000 personas acudan a Washington para presenciar el discurso inaugural, una cifra bastante por debajo de las 1,8 millones de personas que acudieron a la capital en 2009 para escuchar el discurso de su primer mandato.
Durante el discurso, el presidente hablará sobre la necesidad de un compromiso político y hará hincapié en los valores sobre los cuales se fundó Estados Unidos, que siguen vigentes en el siglo XXI.
Del mismo modo, también se referirá a los objetivos que espera alcanzar durante su segundo mandato, donde la reducción del déficit, el control de las armas, la reforma de la inmigración y la política energética estarán entre sus principales prioridades.
Tras el discurso, Obama y su mujer se unirán al vicepresidente, Joe Biden, y a la mujer de éste en un almuerzo en el Capitolio. Los dos matrimonios participarán en un desfile inaugural de vuelta a la Casa Blanca, desde donde presenciarán el resto del desfile.
El presidente y la primera dama asistirán después a dos bailes inaugurales oficiales en los que bailarán delante de las cámaras
