En menos de un año el museo ubicado en el lugar en el que estaban las Torres Gemelas de Nueva York será una realidad.
Un lugar para el recuerdo que, sin embargo, se construye en medio de una polémica, porque no está claro quién pondrá los 700 millones de dólares que cuesta edificarlo.
Hay quien plantea que habrá que pagar entrada para poder visitarlo, una propuesta que no ha sentado nada bien entre los familiares de las víctimas del 11S.