En su segunda declaración sobre Libia desde que los rebeldes se hicieran este fin de semana con el aparente control de la mayor parte de Trípoli, Obama instó a la cautela al advertir que los combates "no han concluido".
Desde la mansión donde se encuentra de vacaciones en la isla de Marthas Vineyard, en Massachusetts (EEUU), Obama, en chaqueta pero sin corbata, recordó que pese a todo "la Libia que los libios merecen se encuentra a su alcance".
"Hay algo que sí está claro: el régimen de Gadafi está llegando a su fin y el futuro de Libia se encuentra en las manos de su pueblo", destacó el presidente estadounidense, quien ya la pasada noche, tras la entrada de los rebeldes en Trípoli y la captura de tres de los hijos de Gadafi, instó al líder libio a reconocer su derrota y entregar las armas.
En su declaración, Obama -que de modo llamativo no aludió a la situación en Siria, donde el régimen reprime con violencia a la oposición- exhortó también a la oposición agrupada en el Consejo Nacional de Transición (CNT) a encabezar una transición "pacífica, incluyente y justa" en la que se respeten los derechos de todos los ciudadanos sin excepción.
EEUU será "un socio y un amigo" en el proceso de transición a la nueva Libia, afirmó Obama, quien aseguró que su país dará todo su apoyo posible en el aspecto humanitario. En este sentido, indicó, ha dado instrucciones a sus funcionarios para determinar "qué pasos directos podemos dar y cómo podemos hacer llegar suministros a aquellos que lo necesitan, especialmente los heridos".