El tifón "Haikui" se ha convertido en el primero que atraviesa el centro de Shanghái, la capital económica de China, en los últimos siete años, y ha dejado a su paso por el este del país al menos dos muertos y 2 millones de evacuados, con varias provincias que siguen aún en alerta roja.
La primera de las víctimas es una mujer que ha muerto en el distrito suburbano de Baoshan, en las afueras de Shanghái, debido a la caída de un cristal desde un edificio de gran altura, provocada por vientos de hasta 150 kilómetros por hora, según recoge la prensa local.
La segunda víctima también ha muerteo golpeada por la caída de escombros, en una ciudad con cerca de 5.000 edificios de más de 100 metros, donde preocupa cada vez más el riesgo de desprendimientos, sobre todo de cristales de las fachadas, por el envejecimiento de las más antiguas, construidas con materiales de peor calidad.
Entretanto, al menos 2,04 millones de personas han sido evacuadas tan sólo en el delta del río Yangtsé, por donde ha pasado el tifón hasta ahora, y de donde se espera que se desplace durante la noche hacia la vecina provincia oriental de Anhui, de la que aún no se han anunciado cifras de desplazados.
El tifón ha entrado esta madrugada por la costa china cerca del golfo de Sanmenwan, en el centro de la provincia oriental de Zhejiang, a las 3:20 de la madrugada hora local.
Sólo en Zhejiang, donde en muchas zonas se han producido inundaciones, han sido evacuadas a distintos refugios cerca de 1,5 millones de personas, y al menos 130 han tenido que ser rescatadas rescatadas de las aguas. A esos evacuados se han sumado, hacia el norte, 374.000 realojados preventivamente en Shanghái y otros 171.400 en la provincia de Jiangsu.
Las autoridades de Shanghái han elevado su grado de alarma hasta la categoría de alerta roja.
En Filipinas, aunque libres de ese tifón, las lluvias monzónicas no dan tregua a la población. Desde el helicóptero, no cabe duda de los estragos producidos por las inundaciones.
Durante unas horas el agua pareció retroceder pero de nuevo la lluvia cayó sin interrupción sobre Manila. Los equipos de emergencia redoblan sus esfuerzos para auxiliar a los afectados.
20 personas han muerto ya en Filipinas. Sus servicios meteorologicos advierten a la población que hoy habrá más lluvia. Mañana sólo una ligera mejoria.