El cuerpo hallado en el río Hudson fue identificado como el de Tyler Clementi. "Voy a saltar" escribió en su página de Facebook. Este estudiante de 18 años tomó la fatal decisión de quitarse la vida tras descubrir que su encuentro sexual con otro hombre había sido transmitido en vivo vía Internet.
El suceso ocurrió en una universidad de Nueva Jersey. Los acusados son dos compañeros de la víctima. También tienen 18 años y ambos escondieron la cámara en el dormitorio de Clementi.
Enseguida, uno de ellos escribió un mensaje en su Twitter para promocionar las imágenes que estaba grabando. Son acusados de invasión de privacidad que se paga hasta con cinco años de cárcel.
"Se trata de un crimen odioso y como tal ha de ser denunciado si queremos respetar la memoria del joven que nuestra sociedad acaba de perder", asegura Steven Goldstein, de la Asociación de Gays de Nueva Jersey.
Clementi era estudiante de violín. Su profesor no podrá olvidarle fácilmente. "Le recuerdo cada vez que escucho una melodía que le había enseñado a tocar. Era muy suyo, tímido podríamos decir, pero cuando tocaba el violín se transformaba, sabía lo que quería y lo manifestaba a través de su instrumento", afirma Khullip Jeung, profesor de violín de la víctima.
Este caso es una prueba más del poder destructivo que puede tener el hostigamiento entre adolescentes, sobre todo cuando invade la esfera de la sexualidad.
