Tras el deshielo en las declaraciones públicas de las últimas semanas, el encuentro entre Irán y el grupo 5+1 (EEUU, Rusia, China, Francia, Reino Unido y Alemania) acordó relanzar las negociaciones nucleares y celebrar conversaciones "detalladas" el 15 y 16 de octubre en Ginebra.
Todas las partes señalaron que la reunión se desarrolló dentro de una atmósfera "muy positiva" y "constructiva", en lo que parece un cambio de rumbo que también puede abrir el camino al levantamiento progresivo de las sanciones internacionales a Irán.
"Hemos discutido cómo podemos avanzar hacia un calendario ambicioso para ver si podemos avanzar rápidamente", afirmó la alta representante de la UE, Catherine Ashton, quien dirige el diálogo internacional con Irán en este asunto. La presencia del ministro iraní Javad Zarif fue por sí misma "un cambio en la dinámica", dijo Ashton en unas declaraciones tras la reunión.
Zarif se mostró a su vez esperanzado de poder "alcanzar una solución en un período razonable", y dijo que estaba "satisfecho con este primer paso". Eso sí, el ministro iraní dejó claro que el objetivo final para su Gobierno es "el levantamiento total de las sanciones" internacionales contra Irán. Según avanzamos tiene que haber un levantamiento de las sanciones", insistió Zarif, quien añadió que esperan "avanzar en esa dirección en un corto período de tiempo".
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, dijo después en una entrevista televisiva que "es posible" que las sanciones comiencen a levantarse en unos meses, si bien recalcó que hace falta "un proceso muy verificable" en el que se sepa "exactamente lo que Irán está haciendo con su programa" nuclear.
"Alcanzar una solución en un período razonable"
El objetivo es asegurar la aspiración iraní de acceder a la tecnología nuclear con garantías completas de que no se dota de armas atómicas. En los últimos años, la ONU, la Unión Europea y Estados Unidos han aprobado diversas rondas de sanciones económicas contra Irán por sus actividades nucleares, especialmente el enriquecimiento de uranio y la falta de transparencia con el Organismo Internacional para la Energía Atómica (OIEA).
Las sanciones internacionales, dirigidas en particular contra el sector energético iraní, sumadas a la veda al acceso al sistema financiero internacional, han tenido un fuerte impacto en la economía de ese país, donde la inflación ha superado el 50% y las exportaciones petroleras han sufrido una fuerte caída desde 2011.
El ministro británico de Exteriores, William Hague, destacó que hoy hubo "una gran mejora en el tono", con un acuerdo para que haya "negociaciones detalladas" en Ginebra, por lo que consideró que es "un buen comienzo" de cara a relanzar el proceso. En la misma línea, el titular alemán, Guido Westerwelle, consideró que el cambio de tono ha abierto una "ventana de oportunidad" en la búsqueda de una salida pacífica a los desacuerdos sobre el programa nuclear iraní.
Sin embargo, Westerwelle enfatizó la necesidad de que el régimen de Teherán pase de las palabras a "resultados tangibles". En otra muestra de esta fase de deshielo en torno a Irán, la reunión dio pie a un breve encuentro aparte entre Kerry y Zarif, en el primero de alto nivel entre Estados Unidos e Irán desde 1979, ya que después ambos países suspendieron sus relaciones diplomáticas tras los conflictos generados con la revolución islámica.
En sus intervenciones del pasado martes ante la Asamblea General de Naciones Unidas, los presidentes de ambos países, Barack Obama y Hasan Rohaní, señalaron su disposición a reanudar el diálogo diplomático para intentar solucionar las diferencias bilaterales.