El presidente francés, François Hollande, ha justificado la intervención en Mali, máxime con la toma de rehenes en Argelia, y ha dicho que durará "el tiempo necesario para vencer al terrorismo en esa parte de África". Hollande ha pronunciado un discurso de felicitación del año nuevo en su antiguo feudo electoral de Tulle (centro de Francia).
El mandatario galo ha precisado que ahora de lo que se trata es de montar con los africanos la fuerza internacional que debe permitir el restablecimiento de la integridad territorial de Mali y que se desplegará "en el plazo más breve posible". "Francia -ha argumentado- no está sola, puesto que está apoyada por los países europeos", "actúa de acuerdo con el derecho internacional", ya que se apoya en resoluciones de la ONU y además trabaja "con los países africanos, que van a formar parte lo esencial de la fuerza internacional".
Ha insistido en que "no se trata de conquistar un territorio, ni de incrementar nuestra influencia", ni de defender los intereses particulares de Francia, sino de "acudir en ayuda de un país amigo, uno de los más pobres del mundo", atacado "por un terrorismo que adquiere formas cada vez más temibles".
A ese respecto, se ha referido a la toma de rehenes en el complejo gasístico de In Amenas en el desierto argelino, de la que ha dicho desconocer el desenlace, pero sí que los terroristas que la llevaron a cabo habían amenazado "la vida de varios cientos de personas" y que varias han sido "asesinadas de forma cobarde".
Todo eso, a juicio del jefe del Estado francés, constituye "un argumento suplementario" para la intervención de su país en Mali, iniciada hace nueve días. Ha añadido que "era necesaria" porque el terrorismo "amenaza todo el oeste de África, pero también el mundo entero". "Nuestra intervención en Mali es legítima", ha reiterado Hollande, que ha admitido los riesgos que entraña, y ha aludido tanto al primer militar muerto allí, un piloto de helicóptero alcanzado por los tiros de los rebeldes integristas, como a tres militares fallecidos esta madrugada en un accidente de tráfico al sur de Clermont Ferrand (centro de Francia).
Esos tres soldados, cuyo vehículo quedó empotrado entre dos camiones, se disponían a volar con su contingente hacia Mali, donde Francia tiene ya 2.000 efectivos desplegados, cifra que subirá al menos hasta 2.500 en los próximos días. El ministro de Defensa francés, Jean-Yves Le Drian, ha reconocido que Francia podría incluso aumentar ese tope. "Se anunció en princpio a 2.500 soldados, pero es muy posible que esa cifra se exceda", ha declarado.
Los ciudadanos franceses aprueban la intervención
El 65 % de los franceses apoya la intervención militar en Malí iniciada la semana pasada, una cifra ligeramente superior a la registrada al inicio de las operaciones (63 por ciento), según se desprende de los datos de un sondeo publicado por un diario francés. El estudio, elaborado por Ifop, revela que el 20 por ciento es "muy favorable" a la operación y otro 45 por ciento es "bastante favorable" frente al 34 por ciento que rechaza la actual implicación militar de Francia en el país africano.
Además, el porcentaje de apoyo a la intervención es mucho mayor entre los hombres (73 por ciento) que entre las mujeres (59 por ciento). En cuanto a la filiación política, el ataque tiene mayor apoyo entre los simpatizantes del gobernante Partido Socialista (80 por ciento) y los del Frente de Izquierda (68 por ciento) que entre los conservadores de la Unión por un Movimiento Popular (63 por ciento) y el ultraderechista Frente Nacional (45 por ciento).
