El presidente de Francia, François Hollande, ha afirmado en una comparecencia pública, que su país está "listo" para "castigar" a quienes cometieron la "masacre química" del pasado miércoles en Siria y ha anunciado, como primera medida de respuesta al ataque, un aumento de la ayuda militar a los rebeldes que combaten contra el régimen de Bashar al Assad.
En un discurso ante embajadores en el Elíseo, Hollande ha calificado de "decisión infame" el ataque químico cometido a las afueras de Damasco contra "inocentes". "Todo lleva a creer que el régimen ha cometido este acto abyecto que le condena definitivamente a ojos del mundo", ha advertido.
Hollande ha convocado un consejo de defensa para discutir las medidas a adoptar. Además ha considerado que "la masacre química en Damasco no puede quedar sin respuesta". En este sentido ha recordado que Francia tiene ahora una "responsabilidad" para "proteger a los civiles" frente a los responsables de "gasear a inocentes".
El presidente francés, no obstante, ha aclarado que esperará a conocer los resultados de la misión de investigación de Naciones Unidas. Un grupo de expertos de la ONU ha visitado una de las áreas a las afueras de Damasco donde se habría utilizado armamento químico.
Sobre el posible formato de la intervención militar, Hollande ha dejado la puerta abierta a una actuación al margen de la ONU, donde cualquier resolución sería 'a priori' bloqueada por Rusia y China. El mandatario ha apelado al "derecho internacional" para no dejar que se perpetren "masacres de masa".
Francia ha sido el primer país en reconocer a la Coalición Nacional Siria, el principal bloque opositor, como "representante legítimo" del pueblo sirio. Ahora, Hollande ha dado un paso más: "He decidido incrementar nuestro apoyo militar a la oposición siria".
Para el presidente francés, las consecuencias de la guerra en Siria, con más de 100.000 muertos según la ONU, van más allá de las fronteras de este país porque "amenaza la paz del mundo".