Tras la primera potente explosión, registrada cerca del hotel y de la sede del Estado Mayor del Ejército, ha habido otros estallidos, sin que se hayan contabilizado, por el momento, más víctimas al margen de los cinco heridos provocados por el estallido.
La televisión estatal siria ha informado de que la explosión ha tenido en la zona de Abú Ramaní, cerca de un depósito militar y de la sede de una organización sindical, y que ha sido causada por una bomba colocada junto a un camión cisterna.
El viceministro de Asuntos Exteriores sirio, Faisal Mekdad, ha visitado el lugar del atentado y ha confirmado que ningún observador de Naciones Unidas ha sido alcanzado por la explosión.
La secretaria general adjunta de la ONU para Asuntos Humanitarios, Valerie Amos, se encuentra en la capital siria pero no estaba alojada en el hotel junto al que se ha registrado la deflagración.
"Este es un acto criminal que muestra el tipo de ataques que está sufriendo Siria", ha afirmado Mekdad, en declaraciones a la prensa desde el lugar de los hechos. "Estas explosiones no afectarán a Siria", ha aseverado.
"Confirmo que estamos con la ONU y que haremos todo lo que podamos para garantizar su protección y que puedan realizar su trabajo", ha añadido el viceministro de Exteriores. El Ejército Sirio Libre ha reivindicado en Al Yazira la autoría del atentado en Damasco.
