Al menos 63 personas han muerto en Siria como consecuencia de acciones de las fuerzas de seguridad del régimen liderado por Bashar al Assad, incluidos 10 militares desertores, tres mujeres y dos niños, según han informado los Comités de Coordinación Local.
La mayoría de fallecidos ha sido abatida en Idlib, donde han perecido 38 personas, mientras que en Homs ha habido cuatro muertos, los mismos que en Damasco y en Deraa, y en Deir el Zor ha muerto una persona.
En la región de Idlib, las fuerzas del régimen han ejecutado a quince detenidos en un puente de la autopista Ariha-Jisr al Shougour, en la llanura de Rouj. En esta misma zona, las fuerzas de seguridad han matado a cinco familiares de detenidos cuando intentaban recuperar los cadáveres de sus allegados pensando que los militares ya se habían retirado.
Los Comités de Coordinación Local han informado además de que se han encontrado 19 cadáveres en unas vías ferroviarias cerca de la localidad de Moahameel que corresponderían a sirios que habían intentado huir a Turquía pero fueron interceptados por las fuerzas gubernamentales.
La ONU votará una resolución de condena contra el régimen sirio
Los activistas no han podido recuperar todos los cuerpos por el intenso fuego procedente de los tanques militares desplegados en la zona.
El régimen sirio intensifica su ofensiva contra los rebeldes a pocas horas de que la Asamblea General de la ONU vote una resolución de condena de la violencia. Los edificios del castigado barrio de Bab Amro, en Homs, se derrumban después de 13 días de intensos bombardeos.
Los soldados de infantería tomaban posiciones en esa zona mientras la artillería empieza a bombardear Deraa. En esa ciudad comenzaron las protestas hace once meses. Francia negocia con Rusia, principal aliado de Siria, un acuerdo que permita la creación de corredores humanitarios para evacuar a la población civil.