Para 4 personas
Merluza con patatas guisadas, de Arguiñano: "Un clásico de los guisos caseros, fácil y reconfortante"
Karlos Arguiñano ha elaborado uno de los guisos más clásicos de la cocina española, fácil de preparar, muy completo y reconfortante.

Publicidad
¡Un clásico de los guisos caseros que nunca falla! La merluza con patatas guisadas es un plato completo, reconfortante y con varios puntos positivos para quienes buscan cuidarse sin complicarse demasiado.
Ingrediente, para 4 personas
- 4 rodajas de merluza (gruesas)
- 4 patatas
- 1 cebolla
- 2 dientes de ajo
- 1 tomate
- 750 ml de fumet de pescado y marisco
- Aceite de oliva virgen extra
- 1 cucharadita de pimentón dulce
- Sal
- Perejil

Elaboración
Calienta una tartera con 3-4 cucharadas de aceite. Pela los ajos y la cebolla. Corta las hortalizas en daditos e introdúcelas en la tartera. Sazona y rehógalas a fuego suave-medio durante 10 minutos. Lava el tomate, córtalo por la mitad, rállalo, añádelo a la tartera y cocínalo durante 5 minutos.

Pela las patatas y trocéalas (cascándolas). Agrega el pimentón y las patatas a la tartera. Cúbrelas con el fumet y cocínalas a fuego suave-medio durante 25-30 minutos. Pon a punto de sal y espolvoréalas con un poco de perejil picado.

Calienta una plancha. Sazona las rodajas de merluza, riégalas con un poco de aceite, extiéndelas sobre la plancha y cocínalas a tu gusto (3-4 minutos por cada lado).

Reparte las patatas guisadas en 4 platos, coloca una rodaja de merluza en cada uno y decóralos con unas hojas de perejil.
Consejo
Para que la salsa de las patatas guisadas quede espesa es importante chascarlas. Para ello, hunde un poco el cuchillo en la patata y arranca trozos haciendo palanca.
Beneficios para la salud
La merluza es un pescado blanco muy bajo en grasa y rico en proteínas de alta calidad, ideal para mantener la masa muscular sin aportar demasiadas calorías. Además, contiene minerales como fósforo y yodo, esenciales para el metabolismo y la función tiroidea. Su suavidad y digestibilidad la hacen perfecta para todas las edades y para quienes tienen digestiones sensibles o están en una etapa de alimentación ligera.
Las patatas, aunque a veces tienen mala fama, son una buena fuente de carbohidratos complejos, que nos dan energía sostenida sin picos de azúcar si se cocinan de forma saludable, como en un guiso. También aportan vitamina C y potasio, que ayuda a regular la presión arterial. Lo ideal es cocinarlas con piel o en trozos grandes para que mantengan mejor sus nutrientes y evitar frituras, claro.
Al llevar verduras como cebolla y tomate, ahí ya estamos hablando de una receta redonda: más fibra, más vitaminas y más sabor sin necesidad de recurrir a salsas pesadas. Es un plato que, bien equilibrado, puede encajar perfectamente en una dieta saludable, ligera y muy satisfactoria. ¡Sano, sabroso y de cuchara!
Publicidad