Mala práctica

Una mujer, en la UCI tras infiltrarse bótox en Zaragoza: "Mal usada, la toxina puede ser mortal"

La mujer acudió a un piso de Zaragoza a hacerse un tratamiento facial de bótox. Un médico estético nos habla de los riesgos de esta práctica tan extendida.

Tratamiento ilegal de botox.

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Una operación clandestina de bótox en un Zaragoza ha terminado con el ingreso de una mujer en la UCI. Espejo Público ha querido demostrar lo sencillo que es comprar toxina botulínica, el componente que se infiltra en los llamados tratamientos de bótox. Una reportera compra el componente por internet por un precio de 240,19 euros. La compra de este compuesto pasa por diferentes modalidades de aplicador, así como distintas agujas. Recibimos el compuesto en redacción en menos de 24 horas.

Ahora llega el segundo paso del proceso, inyectarnos la toxina. Para hacerlo nosotros mismos existen distintos tutoriales en los que diversos usuarios nos enseñan cómo podemos aplicárnoslos realizándonos distintos pinchazos en nuestro rostro.

"Este producto solo puede ser adquirido por licenciados en medicina"

José Manuel López Villar, médico estético, recuerda que este producto solo puede ser adquirido por licenciados en medicina. Le sorprende que hay un mercado negro de este compuesto porque, según mantiene, es algo que está "muy controlado por sanidad y por las farmacias.

"Es bastante grave, a nosotros como clínica la toxina botulínica nos la suministran con un control muy estricto por las autoridades sanitarias. Nos la asigna una farmacia que va a controlar la temperatura cada X tiempo, es una toxina que mal usada puede llegar a ser mortal", añade. Explica además que el producto tiene que mantenerse en unas condiciones de temperatura adecuadas porque puede dejar de tener efectividad. "Los frigoríficos tienen que estar super controlados", añade.

Tal y como mantiene la abogada penalista Beatriz de Vicente, las personas que cometen este tipo de infracciones se enfrentan a delitos contra la salud pública, lesiones o intrusismo profesional. "No hay una regulación, hay un campo de ilegalidad aprovechado por muchos caraduras. Este es un tratamiento médico y hablamos de medicamentos que están regulados", mantiene.

"Es una barbaridad que esto se haga en casa"

La colaborador de Espejo Público Mariló Montero considera que hacer estos tratamientos de una forma clandestina "es una barbaridad". Recuerda que para llevar a cabo estas infiltraciones hay que tener una formación determinada. "Es una barbaridad que esto se haga en casa", señala.

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