Los universitarios de Santiago celebran con un macrobotellón el comienzo del curso

Siete operarios del ayuntamiento han tenido que limpiar el recinto en sólo tres horas. Bolsas, botellas, vasos y cientos y cientos de desperdicios. Los ciudadanos están indignados por la basura y los cristales rotos que se han encontrado en un lugar donde juegan los niños.

Pero el ayuntamiento compostelano no se rinde ante el botellón. Una docena de patrullas controlaron el campus. El alcalde de la ciudad, Gerardo Conde Roa, ha informado que se ha producido alguna detención de menores. Para el grupo de la oposición estas medidas no son suficientes. A pesar de estas imágenes la lucha antibotellón continuará en Santiago, sobre todo para evitar que los menores consuman alcohol y que este tipo de concentraciones vayan a más.