El Ministerio de Educación revisará las condiciones en que los alumnos obtienen el título académico al terminar la educación secundaria obligatoria, ya que la legislación actual lo permite hasta con tres suspensos. "Que uno pueda titularse sin haber aprobado todas las asignaturas no deja de ser algo un tanto singular", asegura el titular de Educación, José Ignacio Wert, quien considera esto un "agujero".
Wert apunta que se reforzarán las asignaturas instrumentales (lengua, matemáticas e inglés) en un posible cambio de planes de estudio. Como argumento, rechaza el "excesivo grado" actual de elección de materias optativas, alude a la "falta de troncalidad" de los currículos y a la pérdida de la cultura del esfuerzo.
Justifica el aplazamiento de los módulos de FP de 2.000 horas por razones de eficiencia "de acuerdo con todas las comunidades", y también la postergación de los cambios en el cuarto curso de ESO aprobados por el anterior Gobierno socialista. A su juicio, no tendría sentido incorporar esos cambios para que estén vigentes sólo un curso, ya que la reforma educativa anunciada por el Gobierno se refiere a esas etapas.
El ministro resume el núcleo de la reforma en la "conversión" de cuarto de ESO en curso "propedéutico", es decir, con "mucha troncalidad y una diversificación de caminos" entre el bachillerato y la FP de grado medio. "Pero ese curso -precisa- sigue formando parte integrante de la educación obligatoria y gratuita. No existe una titulación de la ESO previa a cursar ese año".
Señala como otro elemento importante de la reforma el futuro estatuto del docente público, dado que los maestros son protagonistas activos del proceso educativo. "Las comparaciones internacionales nos ponen de manifiesto que, en España, el ingreso en la carrera docente es atractivo desde el punto de vista económico, pero deja de serlo después porque tiene muy pocos incentivos", no solo dinerarios, también de progresión profesional, especialización y actualización de conocimientos.
Para ello, el ministro destaca como "absolutamente esencial" el diálogo amplio con todas las partes del sector: sindicatos, asociaciones profesionales, empresariales y de estudiantes, y como "extremadamente deseable" un pacto.