Los Mossos d'Esquadra han detenido a once personas, nueve de las cuales han ingresado en prisión, que formaban parte de una banda que se dedicaba a robar en la red viaria catalana, especialmente en la autopista AP-7, en las comarcas del Vallés y del Baix Llobregat, en Barcelona.
Fuentes policiales han informado que los detenidos, a los que se ha acusado de pertenecer a una organización criminal, son todos de nacionalidad peruana, de entre veinte y cincuenta años. Todos tienen antecedentes policiales, en total, según los Mossos, entre los detenidos suman 140 antecedentes.
La banda utilizaba coches potentes que previamente habían robados para recorrer algunos tramos de la autopista en busca de víctimas potenciales, principalmente extranjeros. Una vez localizada la víctima, tiraban una piedra contra la parte trasera del vehículo y desde el asiento del copiloto hacía señales al conductor para que se parara.
Cuando el turismo se paraba, los detenidos también lo hacían simulando que su vehículo tenía alguna avería o algún daño, y en ese momento otro integrante de la banda aprovechaba la confusión para entrar en la parte delantera del habitáculo y sustraer los efectos de valor que encontraba.
Las mismas fuentes han señalado que en algunas ocasiones, cuando se sorprendía a los detenidos robando, empleaban la fuerza física para apoderarse de los objetos de valor y regresar al vehículo para huir a toda velocidad.
En los domicilios de los detenidos la policía ha podido recuperar muchos de los efectos sustraídos como teléfonos móviles, joyas, gafas de sol, documentación de las víctimas y una importante cantidad de dinero acumulada en moneda extranjera de diferentes países.