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LONDRES INVESTIGA OTROS CASOS

Un presentador ruso da a entender que el espía envenenado era un traidor

El gobierno británico considera cruel el envenenamiento de un exespía ruso y de su hija, que permanecen en estado crítico a causa de un gas nervioso. Moscú niega su implicación.

Oficialmente el Kremlin calla pero el presentador de un canal público se giraba a cámara y desvelaba una de las profesiones más peligrosas: "El alcoholismo, las drogas y la depresión son enfermedades inevitables para un traidor...". Se refería al antiguo espía ruso Sergei Eskripal.

Él y su hija de 33 años fueron envenenados con un agente nervioso en un centro comercial de Gran Bretaña. El periodista añadía que no es un buen lugar para vivir y que los traidores no suelen llegar a viejos.

¿Burla o amenaza? Londres sigue recogiendo pruebas de la sustancia utilizada para envenenar al exespía y a su hija. Los dos en estado crítico, dice el toxicólogo Alastair Hay: "Creo que han estado expuestos a un agente químico diseñado especialmente para matar".

Investigadores en armas químicas buscan el origen de esa sustancia de un poder tan letal que 21 personas que tuvieron contacto con ella están siendo tratadas. Reino Unido ha ampliado la investigación a las extrañas muertes de dos miembros de la familia del exespía.

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