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ELECCIONES LEGISLATIVAS

Los sondeos dan por ganador al Partido de las Regiones en Ucrania

No es seguro que el partido oficialista pueda retener la mayoría parlamentaria, por lo que se podrían aliar con los comunistas.

El oficialista Partido de las Regiones (PR) del presidente ucraniano, Víctor Yanukóvich, ha ganado las elecciones legislativas de este domingo en Ucrania, según todos los sondeos a pie de urna, aunque no es seguro que pueda retener la mayoría parlamentaria.

"Está clarísimo que el Partido de las Regiones ha ganado, ¿Está claro? Aquellos que no lo tengan claro serán unos pocos", afirmó en declaraciones a la prensa Nikolái Azárov, primer ministro y líder del PR. Además, definió los comicios como limpios, pese a las numerosas denuncias de fraude del partido de la encarcelada ex primera ministra Yulia Timoshenko, que describió la votación como una de las más sucias de los últimos años.

Según la encuesta de la compañía demoscópica SOCIS, el PR ha recibido un 30,5 por ciento de los votos, lo que se traduciría en 74 escaños de los 225 que se reparten por listas de partidos. Otros sondeos le otorgan al oficialismo entre un 32 y un 27,6 por ciento, un resultado mucho mejor de lo que pronosticaban las analistas, pese al descontento popular con la corrupción, al aumento del coste de la vida y la represión de la oposición.

Mientras, la formación opositora de Timoshenko (Batkívschina), quien votó en presencia de observadores de la OSCE sin levantarse de la cama del hospital donde se encuentra en reposo desde agosto, también ha superado la expectativas y logrará, según SOCIS, un 23,9 por ciento (58 escaños).

"Cada uno debe luchar contra la dictadura como pueda. Por eso, me dirijo a todos los ucranianos: ¡Voten!. Su alta participación puede ser un antídoto contra la falsificación", rezaba la arenga electoral de Timoshenko, quien cumple siete años de cárcel y aseguró que "estas elecciones no pueden ser reconocidas como legítimas".

La recién fundada Alianza Democrática Ucraniana por las Reformas (UDAR) del campeón de los pesos pesados, Klitschkó, que expresó su voluntad de pactar con Timoshenko, habría obtenido un extraordinario 13-15 por ciento. No obstante, son los comunistas, aliados naturales del PR, los que podrían tener la llave de la gobernabilidad con un histórico 12-13 por ciento, su mejor resultado electoral en muchos años. Los nacionalistas de Svoboda (Libertad), que suscribieron antes de la votación un pacto con Timoshenko, serían el quinto partido en acceder al arco parlamentario, al superar con un 11-13 por ciento el porcentaje mínimo (5 por ciento).

Con estos resultados en la mano, los dirigentes del Partido de las Regiones cantaron victoria y adelantaron que lograrán la mayoría parlamentaria y podrán formar Gobierno. No obstante, habrá que esperar a conocer los resultados de las circunscripciones mayoritarias, donde se reparten la mitad de los 450 escaños de la Rada Suprema (parlamento), modificación introducida por el PR y que suele favorecer al partido que ostenta el poder.

Sólo entonces se sabrá si el oficialismo, con ayuda de los comunistas, logra la mayoría simple, ya que la mayoría constitucional (300 escaños) parece improbable. Mientras, la lectura que hace la oposición unificada en torno a Batkívschina es diferente, ya que, según el cabeza de lista, Arseni Yatseniuk, las elecciones "han dejado bien claro que el pueblo de Ucrania apoya a la oposición y no al poder". Yatseniuk se refiere a que, según los sondeos, por listas de partidos el PR y los comunistas superan a duras penas los cien diputados, mientras los otros tres partidos opositores podrían llegar a los 130 escaños.

No obstante, para lograr la mayoría parlamentaria, la oposición debería lograr la victoria en casi un centenar de circunscripciones, resultado que parece inalcanzable dado el férreo control regional por parte del partido de Yanukóvich y su pléyade de oligarcas. Es por ello que la oposición ha advertido contra un posible fraude durante el escrutinio las próximas horas de los votos en las circunscripciones mayoritarias, lo que ha sido descartado por la Comisión Electoral Central. Para prevenir posibles protestas contra el fraude, como ocurriera en la Revolución Naranja de 2004, el Ayuntamiento de Kiev ha prohibido las manifestaciones en la ciudad hasta el 12 de noviembre.

Según los analistas, estos comicios son un ensayo para las presidenciales de 2015, por lo que en caso de victoria, Yanukóvich podría reformar la Constitución para que sea la mayoría parlamentaria, y no los ciudadanos por sufragio directo, la que elija al presidente dentro de tres años. Además, estas elecciones son claves en las relaciones entre Ucrania y la Unión Europea, que ha suspendido las negociaciones para la firma de un acuerdo de asociación con Kiev debido a la represión de la oposición.

Bruselas advirtió a Kiev, que las elecciones serán consideradas como una "prueba de fuego" del compromiso democrático del país, donde tanto el Gobierno como la oposición han expresado su deseo de ingresar en la Unión.

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