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NUEVO CHANTAJE “NUCLEAR” A LA COMUNIDAD INTERNACIONAL

El lanzamiento de un misil norcoreano mantiene en alerta a Japón y a otros países asiáticos

Corea del Norte vuelve a atemorizar a la comunidad internacional con los ensayos de varios misiles esta semana y el anuncio del lanzamiento de uno de largo alcance en los próximos días.

Muchos de los 800 misiles norcoreanos, algunos con ojiva atómica, apuntan a Seúl, que dista tan sólo 80 kilómetros de la frontera. Pero no contenta con inquietar a su nación hermana, Corea del Norte ha ampliado su amenaza a los países vecinos. La puesta en órbita a mediados de mes de un supuesto satélite meteorológico sobre un cohete de largo alcance, ha encendido todas las alarmas. Japón ya ha avisado que no dudará en utilizar su escudo antimisiles para destruir cualquier proyectil que atraviese su territorio. Japón ha movilizado todo su arsenal de defensa para defenderse de las amenazas del régimen más militarizado del planeta, en el que viven 23 millones de amedrentados ciudadanos.

¿Qué hay detrás de este nuevo desafío a la comunidad internacional?
"Kim Jong Un, el nuevo líder al menos formalmente de Corea del Norte, está jugándose en buena medida su posición. No solamente de cara al exterior, sino también de cara al interior. Estamos hablando de un individuo de apenas veinte años que pasa de estar en un internado suizo ha pasado a ser general en el ejército norcoreano, y del que cabe pensar, que no tiene ni la experiencia ni la capacidad para imponerse a otros que intentan llevar al país en otras direcciones", afirma Jesús Núñez, codirector del Instituto de conflictos armados y de ayuda humanitaria.

No es un fenómeno nuevo. Desde hace décadas este régimen utiliza su  poderío nuclear para recibir a cambio alimentos con los que malviven sus 24 millones de habitantes. "Por lo tanto, de alguna manera, lo hemos mal acostumbrado, con lo cual ahora es difícil que pueda tomar en serio cualquier mensaje que le esté avisando de que está cruzando una línea roja que no se la va a permitir cruzar", explica Núñez.

Ante este panorama, por vecindad e intereses estratégicos, China se perfila como el único interlocutor capaz de influir, por vía diplomática, en el régimen más hermético del mundo.

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