Por su parte, el ministro de Exteriores francés ha advertido esta mañana de que habrá otra intervención militar si se produce un nuevo ataque con armas químicas.
El mensaje de Estados Unidos por ahora es claro y parece que los bombardeos a Siria se ha acabado, según el Pentágono. Sin embargo, en la Casa Blanca, Donald Trump ha señalado explícitamente que si el dictador Asad vuelve a hacer uso de armas químicas, volverá a haber una operación militar. Por ello, se puede observar claramente que hay una línea roja con consecuencias delimitadas
Estados Unidos, Reino Unido y Francia bombardearon anoche Siria y desafíaron a Rusia tras el ataque con armas químicas de Duma el pasado 7 de abril. Han lanzado tres ataques en los que destruyeron instalaciones asociadas al programa de armamento químico de Damasco a través de bombardeos aéreos y de misiles proyectados desde buques en el Mediterráneo de los tres países. Fue un ataque "único", según el Pentágono, para disuadir a Al Asad de utilizar armas químicas en el futuro.
Los aliados y favorables al bombardeo defienden su legitimidad y proporcionalidad
No sólo los líderes de los tres países que han llevado a cabo el ataque sobre Damasco y Homs han justificado la actuación, sino que otros Estados se han mostrado favorables a él, como Turquía, Israel y Australia.
Rusia y los aliados de Al Asad salen en su apoyo y avisan: "No se quedará sin consecuencias"
Los aliados del régimen de Bashar al Asad, con Rusia e Irán a la cabeza, han salido este sábado en bloque para apoyar al Gobierno sirio y han advertido de las consecuencias que podrían tener estas acciones para la estabilidad de Siria y de toda la región.
