Los indicios que apuntan a la culpabilidad de Dani Alves: los testigos ponen contra las cuerdas sus versiones

Dani Alves está en prisión provisional después de que una joven haya denunciado al futbolista por haber agredido presuntamente de ella en los baños de una discoteca de Barcelona el día 30 de diciembre. El joven ha dado tres versiones diferentes de lo que supuestamente ocurrió, mientras que la mujer haya sido bastante contundente y minuciosa en la descripción de los hechos.

Carlos Quílez nos ha explicado cuáles son los indicios que apuntarían a que esta agresión sexual se produjo, según los Mossos d'Esquadra.

El primero es que la versión que ha dado la chica ha contado con muchos detalles acerca de lo que presuntamente ocurrió esa noche.

Otra pista fundamental para la policía a la hora de pedir el ingreso en prisión de Dani Alves han sido las imágenes de las cámaras de seguridad. Gracias a ello, aseguran que la agresión comenzó mucho antes de que el futbolista estuviese en el baño con la víctima.

Ahora se está a la espera de saber si los restos de esperma encontrados en la ropa de la mujer coinciden con el ADN de Dani Alves, una prueba que se solicitará de un momento a otro, además de conocer el análisis clínico que hicieron de la joven, que demostró arañazos y magulladuras cuando le hicieron el estudio, perfectamente compatibles con alguien que se quiso defender, según los médicos del Hospital Clínico, al que asistió.

Declaran los testigos

El testimonio de las personas que estuvieron en la discoteca la misma noche que Dani Alves ha sido fundamental para que la jueza decida que el brasileño ingrese en prisión, según informa La Vanguardia.

La declaración de estos testigos ha puesto contra las cuerdas al futbolista, pues han puesto en entredicho las versiones que ha dado en sus declaraciones. Entre estos testigos se encuentran las acompañantes de la víctima. Una de ellas ha asegurado que Alves la estuvo manoseando, pero que ella consiguió alejarse, según este medio.

También ha declarado el portero, que ha contado que, cuando vio que la víctima estaba teniendo un ataque de ansiedad, se dio cuenta de que algo no iba bien y la llevó a una oficina. Otros testigos han sido el responsable de la sala esa noche y el camarero del reservado en el que se encontraba el futbolista.