Especial Halloween
El alegato de Marta Garriga ante un gran misterio de Pasapalabra: "Me gustaría que hubiera más mujeres"
La concursante se enfrenta a las preguntas de los cuatro espeluznantes invitados que visitan el plató por Halloween: cuenta qué siente ante este regreso y confiesa cuál fue su peor pesadilla en su paso por el programa.
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Marta Garriga regresa a Pasapalabra para vivir su experiencia más aterradora en el especial Halloween. Hannibal Lecter es el encargado de darle la bienvenida y la Señora Bates la pregunta sobre sus sensaciones al volver al plató. "Estoy encantadísima", asegura la concursante. Es la primera vez que pisa el plató desde que se ganara el cariño del público hace seis meses durante 30 programas.
En esta ocasión, como está comprobando, se encuentra con cuatro invitados de lo más terroríficos y que la han recibido con un test sobrecogedor. Eduardo Manostijeras quiere saber su opinión sobre Marta Terrasa, su rival en un duelo inédito por un bote de 50.000 euros. "Le tengo muchísimo respeto", reconoce la concursante al expresar su admiración por ella.
En este especial se da una circunstancia muy poco frecuente: dos mujeres como protagonistas. Hay que recordar que precisamente Marta protagonizó durante 21 tardes con Encarni un duelo histórico que se mantiene como un referente del concurso. Eso le lleva ahora a hacer una reflexión: "No sé cómo lo hacen los hombres, yo no digo que sean más listos ellos ni más listas nosotras pero el caso es que nos pasan la mano por la cara bastante".
Para ella es "como un misterio": "Los hombres aguantan muchísimo más que nosotras". "Me gustaría que hubiera más mujeres y que aguantáramos un poquito más si se puede", concluye como alegato sobre este tema.
Gracias a la Reina de Corazones, Marta también desvela cuál fue su peor pesadilla durante su paso por el concurso: "Enfrentarte a la Silla Azul da mucho pánico". ¿Y teme más esta prueba o El Rosco? Ella se quedó en dos ocasiones a una palabra de conseguir el bote.
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Lo que está claro es que Marta regresa con una sonrisa y dispuesta a que la tarde de Halloween termine con un grito... ¡pero de alegría!
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