La gran contradicción de los testigos sobre las últimas horas de Pablo Sierra antes de desaparecer en Badajoz

Los investigadores aseguran que la gran baza para resolver la desaparición de Pablo Sierra es el análisis del teléfono móvil. El terminal apareció en una zona retirada de Badajoz a la que acude gente a comprar droga y a consumir. El terminal fue hallado por un guardia civil fuera de servicio que escuchó como sonaba el teléfono y por el momento ha trascendido que el aparato tenía restos de sangre.

Señala el periodista Nacho Abad que según los datos preliminares de la desaparición Pablo se le vio por última vez en torno a las 2,00 horas pero un camarero asegura que le vio salir del bar a las 23,45 horas y que iba solo y se notaba que había bebido. Los investigadores han tomado declaración a unos 30 testigos e intentan trazar el último recorrido del joven.

Lo que sí está claro es que a Pablo se le vio por última vez en el centro de Badajoz pese a que su teléfono apareció en el extrarradio de la ciudad. Esto puede ser, señala Abad, o bien porque Pablo fue hasta allí o porque alguien llevó el móvil al lugar para despistar.

Apunta la abogad penalista Beatriz de Vicente que el análisis victimal en la desaparición de Pablo debe determinar en qué estado emocional estaba este chico antes de la desaparición. Su familia insiste en que el desaparecido no tenía ningún problema que justifique una desaparición voluntaria y descartan por completo esta hipótesis.

Otro de los puntos del caso es que no hay un escenario claro de la desaparición. "Tenemos un escenario terciario. Eso significa en que hay un elemento en el que no necesariamente ha tenido que estar ni el posible agresor ni la posible víctima", señala Beatriz de Vicente.

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