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ACUSADO DE DOS ASESINATOS
Declara ante el juez la expareja del falso monje shaolín
Hoy declara en los juzgados de Bilbao la que fuera última pareja sentimental de Juan Carlos Aguilar, el falso monje shaolín, acusado de un doble asesinato. Espejo Público ha tenido acceso a su declaración policial.
Juan Carlos Aguilar tenía una gran capacidad de persuasión en su entorno hasta el extremo de que esta mujer, que era la que se encargaba de limpiar el gimbasio que Aguilar regentaba, debía dirigirse a él como "maestro" y no por su nombre de pila. Según esta mujer, la relación que mantenía con Juan Carlos Aguilar no solo era de atracción sino de devoción absoluta. Su declaración ante el juez es importante no solo por lo que representaba para Juan Carlos, sino porque puede describir su perfil y las actividades del falso monje shaolín en los días anteriores y posteriores de los crímenes.
Esta mujer define su relación con Juan Carlos Aguilar: "Me resulta difícil expresar el tipo de relación que he mantenido con Juan Carlos, creo que hay que vivirlo. Los últimos meses me encontraba emocionalmente cansada debido a mi relación con él", dice. Debido a una relación cuando menos complicada. Juan Carlos se había convertido en un hombre peligroso. "En los últimos meses noté que Juan Carlos estaba especialmente agresivo y alterado, perdiendo los nervios cuando me equivocaba".
En su declaración, esta mujer no niega sentirse "sometida" a los deseos de este falso monje. Juan Carlos había conseguido, sirviéndose su posición, doblegar su voluntad haciéndole creer que todo lo que hacía era para el bien de su maestro. Juan Carlos ejercía un control total sobre su pareja. Pero no le era suficiente.
El 24 de mayo, la víspera del asesinato de su primera víctima, el falso monje ya tendría planeado su crimen. "Cuando llegó el momento de despedirse, el maestro me comentó que no me acercara al gimnasio porque estaría él meditando", asegura en su declaración.
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