Así fue el infierno en el tren de Bejís: "La maquinista le dijo a mi hija que si se quedaban en el tren se quemaban"

Un total de tres personas resultaron heridas tras bajarse de un tren que atravesaba la zona del incendio forestal de Bejís (Castellón). lA es padre de una de las víctimas que está más grave. Su hija tiene una quemadura de tercer grado en el rostro, lesiones en el brazo izquierdo y las dos piernas. Fue una de las personas que bajó del tren y huyó por las vías con sus dos hijos.

Las víctimas se sienten abandonadas y exigen explicaciones en un momento en el que la causa está judicializada. Uno de las grandes interrogantes es qué falló para que el convoy se adentrara entre las llamas. Los pasajeros llevaban kilómetros viendo el fuego y aseguran que eran conscientes de que se estaban acercando a las llamas.

Señala Antonio que el estado psíquico de su hija es muy delicado: "Tiene pesadillas, teme por sus hijos y está in situ en el incendio". Su hija pidió consejo a la maquinista y le dijo "¿Qué hago con mis hijos? Y la maquinista le dijo: "Si te quedas aquí en el tren, te quemas, te achicharras". Cree que se está haciendo un juicio parcial de lo que ocurrió en ese trayecto y sí señala que la maquinista perdió la calma ante la situación.

"Mi hija le dijo a su pequeña de 10 años: "Corre y sálvate tú""

A su hija no le ha podido tomar declaración la Guardia Civil debido al estado de salud que presenta. Los niños están bien aunque "se encuentran aterrorizados" después de lo ocurrido. Los familiares de las víctimas van a denunciar y se preguntan cuándo iba a parar la maquinista el tren. Su hija le ha dicho que el tren lo paró un pasajero que tiró de una palanca de pánico. Confía en la investigación aunque pone en tela de juicio el resultado del análisis de la caja negra que determina que fue la maquinista quien paró el tren: "Los pasajeros ven cómo un pasajero tira del freno de emergencia".

"El estado psicológico de mi hija es muy delicado. Tiene pesadillas y sigue temiendo por sus hijos"

Afirma que los afectados se sienten abandonados por la administración. Su hija le dijo a su pequeña de 10 años: "Corre y sálvate tú. Después bajó ella con su nieto David y le lleva en brazos. No veía nada e iban pisando la vía aguantando las lenguas de fuego. Ella se quema la parte izquierda porque hacía de escudo humano. Desfallece, hay un chico que se hace cargo del bebé y carga con una pasajera que tenía un tobillo roto. Llegan a un refugio y esa es la salvación", relata.