Alerta novatadas: ataque a un colegio mayor en Valencia

Las diferentes sanciones que imponen las universidades para evitar las novatadas no han conseguido que estas desaparezcan por completo. Un grupo de jóvenes acudieron por la noche un colegio mayor situado en Valencia para arrojar contra la fachada huevos, basura y cualquier objeto que encontrasen en las inmediaciones. Los estudiantes antes se encontraban de botellón por la zona donde se encuentra la residencia. Sobre la una de la mañana se personó la policía, alertada por los residentes, y consiguieron dispersar a la multitud.

Los propios alumnos que se encuentran alojados en el colegio mayor reconocen que este ataque se puede producir debido a la "rivalidad" entre ambas residencias. Algo que nunca antes había sucedido y que los propios alumnos califican de "surrealista". El colegio Elías Ahuja hace ya un año saltaba a los medios por unos cánticos machistas hacia otro colegio mayor. Las novatadas para los propios alumnos son actividades para crear relaciones y establecer vínculos con el resto de residentes, pero el peligro es que pueden no tener límites y acabar siendo un peligro para la integridad de los jóvenes.

Sanciones por novatadas

Si se obliga con violencia a un novato a realizar pruebas que por voluntad propia no estuviese dispuesto a hacer se puede considerar como un delito de coacción, castigado con hasta tres años de cárcel. Si se decide encerrar a un novato durante días como parte del "juego" las penas se amplían hasta los seis años de cárcel.

Las lesiones físicas son una práctica habitual en las novatadas, llegando incluso a apagar cigarros en la piel de los nuevos estudiantes. Los responsables de estas lesiones pueden enfrentarse a una pena de entre seis meses y tres años. Pero no solo deben responder ante la justicia aquellos que realizan el delito, también serán condenados todos aquellos que las presencien y no hagan nada para evitarlas o se lo comuniquen a las autoridades responsables. Los cómplices de las novatadas se podrían enfrentar por un delito de omisión de socorro hasta a dos años de cárcel.

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