La sequía que afecta a nuestro país facilita la propagación de incendios

La falta de agua se palpa a simple vista a pie de campo pero sus efectos también son visibles desde el aire. Desde los helicópteros que se ocupan de las labores de extinción de incendios, con una visión amplia desde el aire, el panorama es desolador.

Los colores verdes de los pastos de otros años han dado paso a ocres y colores tierra. Rios que otros años llevaban bastante caudal hoy van practicamente secos. "El río está muy seco y nos es imposible cargar agua ahí", asegura el piloto de un helicóptero que trabaja en las labores de extinción de incendios.

El Valle del Tiétar, en Ávila, por ejemplo sufrió la virulencia de un incendio el pasado verano y hoy en una situación crítica sigue existiendo riesgo en las quemas controladas, ya que pueden provocan incendios con mucha facilidad, como ha pasado ya en varias comunidades.

La oleada de incendios que asola las comunidades del noroeste peninsular hace prever uno de los veranos más conflictivos de la ultima decada. Las hectareas quemadas hasta marzo ya suponen un 63% más que el año pasado. "Este año prende como si estuvieramos en pleno verano", comenta el piloto.

La Asociación Española de Compañias Aéreas (AECA) teme que los recortes por la crisis tambien afecten a los medios de extinción e insisten que la prevención es la mejor lucha para apagar fuegos.