Este último domingo del año muchos apuran en Galicia para terminar el Camino de Santiago. El año pasado, por estas fechas, más de 200 peregrinos caminaron hasta la Plaza del Obradoiro. Ellos dicen que les resulta más duro ahora que en otras épocas del año, pero que les compensa.
El deseo de los muchos peregrinos es el de "paz y tranquilidad, salir del ruido y del jorgorio, los problemas se quedan aquí y aquí se busca otra cosa".
Para llegar a finales de diciembre. han sorteado todo tipo de obstáculos. A los problemas habituales como las ampollas, en estos días se le suman los metereológicos. En las últimas semanas, la lluvia, el frío y el viento han hecho de el camino de Santiago uno de los caminos más difíciles para los últimos peregrinos de el 2012.
Por ello, una pregrina destaca el "granizo, lluvia y viento", aunque, como matiza otro, "lo importante es siempre avanzar".
Cuando llegan a su kilómetro 0, piensan que ha valido la pena el esfuerzo, ante la catedral despiden el año y dicen adiós a lo más arduo, a su largo camino.
Este año más de 200.000 personas han sellado su compostela, un documento que en estas fechas significa, aún, algo más debido a que los últimos visitantes también han sido testigos de la última puesta en marcha del botafumeiro antes de 2013.
