Publicidad

MEDIO MILLÓN DE LUDÓPATAS

Cataluña instalará las primeras tragaperras que advierten del tiempo de juego

Cataluña cambiará en seis meses todas las maquinas tragaperras. Pondrá unas nuevas que aconsejen al jugador que pare cuando lleve mucho tiempo echando monedas. Será la primera comunidad que las instaure. Uno de los problemas del ludópata es no reconocer su adicción. Hoy lo hacen ante nuestras cámaras.

Comienzan a jugar por diversión o para evadirse de sus problemas diarios pero cuando el juego se convierte en adicción muy pocos lo reconocen. "Era tan fuerte la sensación de jugar que no me daba cuenta. Después ya sí, y decías pues mañana no lo hago pero no, al día siguiente volvías a las mismas", explica un ludópata en rehabilitación.

La obsesión que aleja al ludópata de los que tienen más cerca. "Si íbamos a un bar no me he sentido más sola, te pedía las cosas y se iba a la máquina", afirma la esposa de un adicto.

La madre de otro explica que otro problema son las mentiras y excusas. "Te vuelven loca porque te cuentas tantas mentiras, tu no te las crees pero las tienes que escuchar, total que es un desastre".

Pero a pesar de estas situaciones, los familiares son un apoyo fundamental. Sobretodo en la rehabilitación, a donde les acompañan. Ellos mismos reconocen que superar la adicción al juego es difícil. "Siempre seremos ludópatas, lo que pasa es que la adicción se detiene. Normalmente a los dos años y medio, 3 años, se ha parado", asegura Joaquín Mena, presidente de AJER.

"Me ha costado mucho, los primeros días me costaban mucho no es un camino de rosas para nadie", explica otro enfermo.

Pero cuando recuperan la confianza la vida para ellos empieza a mejorar. "Hablo mucho con mi madre, expreso mis sentimientos se nota que he cambiado y yo me lo noto a mi mismo porque estoy empezando a sentirme bien".

Se calcula que en nuestro país hay más de medio millón de ludópatas la mayoría no recuerda cuándo comenzó su problema.

 

Publicidad