Hay también que tener en cuenta que ahora mismo Al Qaeda ha sufrido un importante retroceso. Esto es debido a la demostración, en las revoluciones árabes, de que son capaces de llegar a su fin a través de la vía pacífica, sin necesidad del uso de la violencia ni el terrorismo.
El islamismo radical pierde su icono más importante. Pero la ideología sigue todavía viva en las mentes más radicales y en las numerosas células que la organización terrorista tiene repartidas por todo el mundo.
Según su hijo, Osama Bin Laden dejó su muerte perfectamente preparada con dos testamentos. Uno para la familia y el otro para Al Qaeda. En este último explicaba claramente lo que tendrían que hacer, las pautas que tendrían que seguir, tras su muerte.