Incendios Portugal
La ola de incendios en Portugal suma una nueva víctima: un voluntario de 75 años muere mientras intentaba luchar contra el fuego
Las autoridades reconocen fallos de coordinación mientras los vecinos luchan con medios improvisados para salvar sus hogares.

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Portugal vive una de las peores crisis medioambientales de los últimos años. La ola de incendios que golpea al país desde hace semanas ha causado ya tres víctimas mortales y mantiene a las autoridades en máxima alerta.
La última muerte se produjo este miércoles en el municipio de Mirandela, en el distrito de Bragança, onde un hombre de 75 años falleció tras caer de la máquina agrícola con la que colaboraba como voluntario en las labores de extinción. Según explicó Paulo Santos, oficial de Operaciones de la Autoridad Nacional de Emergencia y Protección Civil (ANEPC), el civil fue atropellado por la misma máquina después del accidente.
Con esta tragedia, el balance mortal asciende a tres fallecidos: un civil que perdió la vida el pasado viernes mientras combatía las llamas, un bombero que murió en un accidente de tráfico durante una intervención el domingo y este voluntario de Mirandela. Además, otro bombero se encuentra en estado crítico tras resultar herido en las tareas de extinción.
Preocupación en Mirandela
El fuego que afecta a Mirandela es uno de los cuatro grandes incendios activos en el centro y este del país, donde las altas temperaturas y el viento dificultan los trabajos. Solo en esta localidad están desplegados más de 300 bomberos, 107 vehículos y un medio aéreo. En total, la jornada moviliza a más de 3.500 efectivos, cerca de 1.200 vehículos y 10 medios aéreos.
La magnitud de la crisis ha llevado al Ejecutivo luso a activar el Mecanismo Europeo de Protección Civil, lo que ha permitido la llegada de ayuda internacional, como dos hidroaviones enviados desde Suecia. El primer ministro, Luís Montenegro, ha convocado una reunión de urgencia con su gabinete, y ha asegurado que el país atraviesa una auténtica guerra contra el fuego, en la que se necesita prudencia y respeto hacia los equipos de emergencias.
Más de 64.000 hectáreas en 48 horas
En apenas 48 horas, los incendios han arrasado más de 64.000 hectáreas, lo que eleva el total devastado en 2025 a más de 216.000 hectáreas, muy por encima de la media anual registrada en el país. Las llamas avanzan sin control, cercan aldeas enteras, obligan a cortar carreteras y han cruzado incluso la frontera con España, afectando a pueblos del norte de Portugal tras propagarse desde la provincia de Ourense.
Las condiciones meteorológicas extremas han obligado a prorrogar el estado de alerta en todo el país hasta el próximo miércoles. Mientras tanto, los vecinos continúan luchando con medios improvisados para defender sus casas.
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