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VAN A PRESENTAR UNA DENUNCIA CONJUNTA

Regresan a casa los náufragos españoles del Costa Concordia

Los afectados han sido recibidos por los ministros de Industria, Fomento y Exteriores. Todos los viajeros españoles van a presentar una denuncia conjunta contra la compañía. En sus testimonios se mezclan las lágrimas y la rabia, ya que consideran que la evacuación fue un auténtico caos.

La alegría al pisar el aeropuerto contrasta con el pánico y la tensión que transmiten a la hora de relatar el accidente del Costa Concordia. Algunos traen de recuerdo el chaleco con el que salvaron la vida; muchos, poco más pudieron sacar del barco: "O te tiras o te echan. Es lo más normal del mundo porque el barco se te cae encima", dice un pasajero. 

No tuvieron tiempo de rescatar nada y guardan en una bolsa de plástico la ropa que les dio la naviera al llegar a Roma. Los más afortunados cuentan que la evacuación fue ordenada, pero para la mayoría fueron momentos de máxima angustia como muestran en las fotos que tomaron. También lamentan la actitud de parte de la tripulación.

"Hubo tripulantes que nos empujaban y daban codazos para salir ellos antes" mientras se veían "náufragos sin salvavidas", ha relatado, a su llegada, la joven Rocío, de Alicante, quien, entre lágrimas, ha recordado su "pesadilla" destacando que se ha sentido "engañada" por la compañía que fletó el barco.

La misma pasajera ha relatado, mientras otros que la escuchaban asentían, que creyó ver cómo alguien empujaba a un señor español de unos 70 años y que padecía, aparentemente, una discapacidad intelectual, quien cayó al mar por esta causa. Otro de los pasajeros llegados a Barajas, Carlos Carballa, relató cómo, estando en una lancha de salvamento, vio cómo el barco parecía inclinarse hacia él, por lo que se tiró a nadar y, en cerca de un minuto, pudo alcanzar la costa y salvar su vida.

"No me importaría volver a viajar en barco", ha añadido Carlos, a pesar de todo, mientras mostraba a los periodistas las fotos que pudo hacer de la catástrofe. Algunos pasajeros han recordado que escucharon, de boca de varios tripulantes, decir que el capitán estaba ebrio y había desembarcado llevándose mucho dinero, pero nunca llegaron a tener la oportunidad de comprobar si era cierto, porque no supieron nada de él hasta que, algunos de ellos, creyeron verle en tierra "muy pálido" mientras seguían llegando lanchas con pasajeros a la costa.

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