Trenes
Fin de una era: el icónico tren real británico dejará de operar en 2027
La Casa Real anuncia el cierre del mítico convoy tras casi dos siglos, en un gesto de transparencia, eficiencia financiera y apuesta por medios más modernos como los helicópteros.

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Desde 1842, cuando la reina Victoria estrenó en tren real su primer recorrido oficial, este medio ha sido emblema de la realeza británica, ofreciendo privacidad y seguridad a sus miembros. La versión actual, compuesta por nueve vagones, fue estrenada en 1977 con motivo del Jubileo de Plata de Isabel II. Sin embargo, en 2027 quedará fuera de servicio.
Según el informe anual del Sovereign Grant, mantener el tren real resulta hoy insostenible. Un trayecto reciente del rey Carlos III costó 44 822 libras, y otro más, hacia Bentley en Cheshire, rondó las 33 000. Además, su almacenamiento en Wolverton supone un gasto elevado. Ante esto, la Casa Real ha decidido retirar el convoy para evitar costosas renovaciones y destinar los fondos a prioridades como sostenibilidad, modernización y transparencia.
Como alternativa, la monarquía ha optado por reforzar el uso de helicópteros. Durante el último ejercicio, se contabilizaron más de 140 vuelos, con un coste medio de unas 3 370 libras por desplazamiento. Esta opción es más ágil, económica y acorde con las exigencias actuales, sustituyendo la obsoleta infraestructura ferroviaria.
El Sovereign Grant y la reforma
El anuncio del cierre del tren coincide con la presentación del informe del Sovereign Grant, que se mantiene en 86,3 millones de libras para 2024–25. Esta subvención estatal, financiada con ingresos del Crown Estate, respalda gastos oficiales, viajes y mantenimiento histórico.
Además, Buckingham Palace atraviesa un proceso de modernización: se adaptan sistemas eléctricos, sanitarios y se impulsa la sostenibilidad, incluyendo la electrificación de flotas y el uso de biocombustibles en vehículos reales.
Grupos como Republic cuestionan el uso de fondos públicos, tildando el Sovereign Grant de "locura" y pidiendo una contabilidad clara del coste real de la monarquía. Graham Smith, su portavoz, afirma: "El sistema de subvenciones es una locura… es hora de que haya una contabilidad real del costo de la monarquía".
Frente a esto, la Casa Real defiende su valor institucional y diplomático. James Chalmers, responsable de finanzas, sostiene: "El soft power es difícil de medir, pero su valor… ahora se comprende firmemente tanto en el país como en el extranjero".
La retirada del tren real simboliza un paso hacia la actualización de la monarquía. Menos costosa, más transparente y adaptada a los tiempos. La sustitución por helicópteros modernos y la apuesta por energías limpias reflejan un giro hacia una institución más abierta, eficiente y consciente de su papel público.Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y no te pierdas la última hora y toda la actualidad de antena3noticias.com
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