Algunos sectores incluso han celebrado la operación y han felicitado a las fuerzas de seguridad por su actuación en el desalojo y en los disturbios que desencadenó en El Aaiún.
Seis personas han muerto en los disturbios de este lunes, un saharaui y cinco miembros de las fuerzas de seguridad marroquíes, según anunciaron el Frente Polisario y Rabat, respectivamente.
El Istiqlal, partido del primer ministro marroquí, Abás El Fasi, ha subrayado en un comunicado recogido por la agencia oficial MAP que "no puede aceptar en ningún caso el procedimiento de chantaje y de utilización política de los movimientos sociales".
El comité ejecutivo de este partido ha señalado que tras los incidentes en El Aaiún, observa "con orgullo la resistencia eficaz que han demostrado los habitantes del campamento contra las tentativas de los separatistas infiltrados que realizaron actos de destrucción para sembrar la cizaña y provocar el caos".
Mientras, el Partido Autenticidad y Modernidad (PAM), en otro comunicado hecho público por MAP, ha expresado su "satisfacción" por el desmantelamiento del campamento, que a su entender constituye una "liberación" de sus ocupantes.
El partido, que fue el más votado en las últimas elecciones municipales, ha felicitado a las fuerzas del orden por el "carácter pacífico con que se ha llevado a cabo esta operación".
En la nota, el PAM denuncia la "explotación cobarde por parte del Frente Polisario y de Argelia de una banda de criminales con el objetivo de desviar las reivindicaciones de los habitantes de la ciudad de El Aaiún de su contexto económico y social".
VUELVEN A NEGOCIAR
Mientras ciertos sectores del país vecino celebran la operación en el Sáhara, en Nueva York se han retomado las conversaciones para buscar una solución al conflicto.
El Frente Polisario considera que el desalojo es un acto deliberado de Marruecos para enquistar las negociaciones.
En este clima de tensión, la ministra de Exteriores Trinidad Jiménez, ha hecho un llamamiento para que la comunidad internacional intervenga en el asunto.
Por su parte, el partido Movimiento Popular (MP) ha afirmado que los disturbios desencadenados son "la acción de una banda de delincuentes y perseguidos por la justicia" y que "revelan una agenda política con la intención de instrumentalizar las reivindicaciones sociales en contra de la integridad territorial" de Marruecos.
En su nota, el MP ha instado a la Justicia marroquí a "tratar con rigor y severidad a quien trate de atentar contra la seguridad y la estabilidad" nacional.