Al menos 41 personas han muerto, varios cientos permanecen desaparecidas y más de 115.000 se han visto obligadas a abandonar sus hogares como consecuencia de las inundaciones provocadas por las lluvias torrenciales caídas en los últimos días en los estados brasileños de Alagoas y Pernambuco.
La situación ha sido definida por los bomberos que participan en las operaciones de rescate como la provocada por un tsunami.
Según el último balance oficial, se han encontrado tres nuevos cuerpos en Alagoas, el estado más afectado, donde son ya 29 los fallecidos, mientras que en Pernambuco se mantiene el balance en doce víctimas mortales.
Protección Civil indicó que cerca de 115.000 personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares por las inundaciones, que han destruido unas 17.000 viviendas. Además, en Pernambuco, han pasado de trece a 30 las ciudades en estado de emergencia, mientras que en otras nueve se ha decretado el estado de calamidad.
En este estado, se cifra en unas 40.000 las personas que han tenido que abandonar sus casas, de las cuales unas 24.500 fueron realojadas por familiares y amigos, mientras que el resto carece de cobijo o ha sido reubicada en establecimientos públicos.
En Alagoas, el estado más afectado, anoche había ya más de 80.000 desplazados y 17 ciudades en estado de emergencia y otras quince de calamidad pública. Además, en este estado hay 607 desaparecidos, 500 de ellos sólo en el municipio de Uniao dos Palmares.
