Rusia es un país de grandes magnitudes, también cuando se habla de catástrofes. Desde que comenzaron los incendios en el mes de junio se han contabilizado 22.000 focos que han arrasado una superficie equivalente a la de España.
El fuego no hace distinciones y en su camino ha devorado localidades enteras, donde poco queda ya en pie. "Cuando llegó el fuego, logramos rescatar algunos enseres, papeles importantes y cosas así" narra Dimitri , ante lo que era su casa.
En el centro de Rusia, muchas construcciones son de madera, por lo que los daños son enormes. Por el momento hay 1300 familias que no tienen donde cobijarse. El millón de habitantes de la ciudad de Togliatti está pendiente de ser evacuado."Mi nieto se lo está tomando bien, sin embargo mi nieta, que sólo tiene 7 meses empezó a respirar mal" explica Ludmila, cuyo hogar también ha sido pasto de las llamas.
El origen de esta tragedia, que además ha provocado 28 muertos y ha destruido las cosechas, está en las elevadisímas temperaturas. En los 130 años que se llevan tomando mediciones en Moscú, jamás M había sufrido tantos días seguidos los 40 grados de temperatura. El gobierno confía en que los más de 230.000 brigadas antiincendios puedan frenar esta situación, aunque las previsiones aseguran que el tiempo no dará tregua alguna en los próximos días.