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LOS TENDEROS ESTÁN INDIGNADOS

El Ayuntamiento de Valencia quiere evitar que las fruterías se adueñen de la acera bajo amenaza de multa

La calle es el mejor escaparate de las fruterías. Muchas en Valencia han tenido que reducir su expositor sobre el asfalto para evitar sanciones de hasta  1.500 euros por ocupar la vía pública.

Lo que pretende el ayuntamiento es que ningún establecimiento se apropie la acera y dificulte el paso de gente. Los fruteros están indignados porque con menos género en la calle se reducen las ventas.

"Esto es el cierre porque si nos quitan  lo que llama a la clientela...", "pagar tasas como hacen los bares para tener sus terrazas en los bares podría ser una solución", dicen dos fruteros. Mientras, los fruteros  tendrán que ingeniárselas para afrontar  una pérdida importante de clientes.

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